Muchas veces hago una pausa en mi camino y, con un poco de confusión, me cuestiono sobre mis acciones. Me pregunto si lo que estoy haciendo en realidad está bien y me va a llevar a donde quiero. Esto me pasa, sobre todo, cuando las cosas no están saliendo como las planeo. ¿Saben cómo hago para despejar mis dudas y conectarme con la seguridad y la certeza? Recuerdo mi propósito superior.
Los días en que pienso sobre este tema recuerdo aquellas épocas en las que vivía “en automático”, cuando ni siquiera era consciente que existía algo así como un propósito. Estudié ingeniería, tengo una mamá maestra y una hermana abogada. Crecí en un entorno basado en pensamientos, ideales e información “aterrizada”, realista, concreta y verificable. Por eso, desde pequeña he sido muy metódica y estructurada, y siempre me costó trabajo entender aquellas cosas que no podía explicar o comprobar y que se relacionan con el ámbito interior.
¿TIENES CLARO TU PROPÓSITO?
¡Todos tenemos uno!
¿Cómo fue el proceso para descubrir mi propósito? Después de algunos choques en la vida, viví una época en la que el único aspecto que funcionaba bien era el económico. De resto, mi salud, mis relaciones y el disfrute de la vida marchaban de forma muy deficiente. Llegué a un punto en el que sentí que necesitaba muchas explicaciones y, en medio de este proceso de entenderme a mí misma, me di cuenta que no era feliz.
Mi entorno estaba rodeado de personas felices y apasionadas por sus trabajos y por su estilo de vida. ¡Yo anhelaba sentir eso mismo! Esta situación me llevó a cuestionarme la forma en la que estaba viviendo y, finalmente, a concluir que las cosas no estaban funcionando bien y que necesitaba un cambio en muchos aspectos de mi vida.
Así, inicié un proceso muy largo con el propósito de conocerme a mí misma. ¿Cómo lo hice? Pasé por diversos cursos, libros, citas, psicoterapéutas, astróloga, coaches, angeólogas, etc. Estuve varios meses descubriendo cosas sobre mí. Mientras más aprendía, más entendía y más paz encontraba, aún cuando este proceso me llevó a enfrentarme con todas mis sombras, porque de eso se trata el proceso de conocerte: Reconocer tus sombras, abrazarlas y evolucionar.
Después de cuatro meses, yo era otra persona. Lo noté y lo notaron todas las personas a mi alrededor: mi pareja, mi familia, mis compañeros de trabajo. Recuperé muchas relaciones que había perdido, perdoné, solté, entendí y, finalmente, cambié. Ahí empezó mi historia. Desde ese día empecé a entender y a verificar todo lo que había estudiado.
Aprendí que solo el hecho de vivir ya es un milagro increíble, pero lastimosamente se nos ha vuelto algo obvio. Lo damos por hecho, a tal punto que pierde la magia; esa que teníamos de niños, cuando el más mínimo objeto no identificado nos causaba curiosidad y emoción. Recuerdo que toda la vida mi mamá me dijo que nunca perdiera la capacidad de asombro, y es precisamente esa capacidad la que perdemos en medio de las expectativas y del afán de tener, le quitamos lo EXTRA a lo ORDINARIO y todo se vuelve paisaje.
"Comprendí que el disfrute es la forma más profunda de agradecer a la vida por lo que tenemos. Cuando dejamos de agradecer es porque dejamos de reconocer la inmensidad y la magia de lo que está a nuestro alrededor: el poder ver, escuchar, hablar, abrazar, reír, amar, etc."
Entendí que el cambio depende de tomar una decisión, pues no se necesitan procesos fuertes, duros ni largos para poder corregir lo que no está funcionando en nosotros. Muchas veces creemos que los cambios dependen de acciones extraordinarias, pero, si nos ponemos a pensar, vemos que no hay nada más extraordinario que aceptar la cantidad de cosas que no sabemos. Así, si nos disponemos a aprender como cuando éramos niños, disfrutando del presente y maravillándonos con lo cotidiano, la vida nos abre todas las puertas para ser lo que queremos.
DISFRUTAR EL PROCESO
Me encontré con que hay que disfrutar el proceso, cualquiera que sea, porque solo ese disfrute nos permite impregnar con amor todo lo que hacemos. Las personas tenemos un potencial ilimitado y unas capacidades extraordinarias que, acompañadas de la voluntad de aprender y la humildad de equivocarnos, nos llevarán a la excelencia.
Y lo más importante: aprendí que no sabemos ser felices, y que a eso vinimos: a aprender a serlo.
Entonces, ¿cómo puedes encontrar tu propósito?
El proceso es sencillo, esta frase que algún día encontré resume todo lo que he vivido:
"Sé feliz. Incluso si lo único que te hace feliz es tu Té de la mañana. Vive para beber el Té de la mañana. Hazlo MARAVILLOSO. Emociónate al respecto, compra tazas, compra una tetera, compra una gran cantidad de Té para que puedas tener una variedad infinita. Tal vez aprende cómo prepararlo bien, abre un negocio de Té. Permite que esa pequeña felicidad, sea lo que sea, se convierta en tu pasión. Es lo que te mantendrá VIVO"
Ahora es tu turno de cambiar algo en el presente, ¡empieza hoy mismo!.
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